En aquella época, no existían ni bolígrafos, ni rotuladores... se escribía con plumas de pájaros y con tinta.
Para experimentar cómo se escribe con pluma, la profe nos ha llevado una de cigüeña y nosotros no escribimos una novela, pero ponemos nuestro nombre, y se nos da muy bien. Parecemos auténticos escritores de la época de Cervantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario