En el desierto hay arena, arena y arena... mucha arena. A veces sopla el viento y forma unas montañas de arena llamadas "dunas".
Las profes nos llevaron a clase, una bandeja con arena y soplando con una pajita observamos este fenómeno.
A veces entre la arena, se puede encontrar un bonito mineral. Se llama "Rosa del desierto". Es muy delicado (está formado en su mayor parte por arena) y su forma recuerda a una rosa (de ahí su nombre). Marcos nos llevó a clase una para que pudiéramos observar su belleza.
En medio de la inmensidad de la arena, a veces podemos encontrar un oasis. Los oasis son lugares en los que hay agua y crece la vegetación. Sabemos que el oasis más grande del desierto está en Egipto y que su tierra es muy fértil. En otros desiertos más pequeños, encontramos sobre todo palmeras.
Descubrimos que las palmeras del desierto del Sahara se llaman palmeras datileras, porque dan un fruto que se llama dátil. Saulo nos llevó a clase unos dátiles para que supiéramos cómo es y a qué sabe este fruto del desierto.
Otra planta muy característica del desierto es el cactus. Esta planta necesita muy poca agua, tiene raíces muy profundas que buscan el agua debajo de la arena. Si cortamos un trocito del cactus, podemos observar que dentro tiene gotitas de agua. Pero ¡cuidado!! te puedes pinchar con sus espinas.
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